quarta-feira, 23 de junho de 2010

El vecino del 6º !

Lo que a continuación voy a relatar son unos hechos que me ocurrieron hace sólo unos meses.
Me llamo Fernando tengo 31 años y me encantan los hombres muy maduros.
Vivo en Barcelona en un bloque de pisos, hace algunos meses vino a vivir al mismo edificio un señor mayor, me enteré por que al ver movimientos de muebles y el camión de las mudanzas tuve curiosidad y pregunté a la portera si se marchaba alguien del edificio y fue ella la que me dijo que venia un nuevo vecino. Pasaron los días y alguna vez que otra me había cruzado con el nuevo vecino, la verdad es que es un hombre muy atractivo, tiene 69 años poco pelo y el que tiene es muy blanco, estatura media, y una gran barriga.
Un buen día coincidimos al entrar en el edificio yo venia de comprar unas cosas de la ferretería para hacer algunas chapuzas en casa, mientras esperábamos el ascensor, no se como comenzamos a conversar al final le acabé diciendo que venia de comprar de la ferretería unas cosas para hacer un pequeño arreglo de fontanería en casa, en seguida el me dijo sonriendo:
- Tengo un pequeño problema en el lavabo y como ya veo que eres un manitas, si tienes un momento para echarle un vistazo me harías un gran favor, yo para este tipo de cosas soy un poco manazas.
Subimos en el ascensor y mientras subíamos le dije:
- Si, bueno, dejaré las compras en casa y que subiré a su piso para ver cual es ese pequeño problema ¿qué piso es?
- Vivo en 6º A gracias eres un joven muy amable, espero que subas
En ese momento llegó el ascensor al piso donde yo debía bajar, yo estaba deseando salir del ascensor por que sentía que mi polla se endurecía por momentos la verdad es que mi vecino está muy bueno.
- De nada hombre, enseguida subiré
Entré en casa, cerré la puerta tras de mi, y realmente estaba muy caliente, el vecino del 6º me había puesto muy caliente, mientras estaba en el ascensor con el observaba con cuidado su abultada barriga y los pelos canosos de su pecho que se veían ya que llevaba la camisa un poco abierta... Hacía mucho calor era el mes de Julio y entre el calor de ese mes y lo caliente que me había puesto en el ascensor estaba a punto de reventar. Pensé que lo mejor que podía hacer era ponerme algo de ropa más cómoda, me puse unos pantalones de deporte y una camiseta y tras tranqulizarme un poco, decidí subir a ver al vecino. El calor de aquel día era sofocante, me paré un momento delante de la puerta del 6º A, respiré profundamente y llamé al timbre. El vecino me abrió la puerta con una sonrisa y yo aluciné cuando vi que se había quitado la camisa, me quedé parado en la puerta y él enseguida me invitó a entrar muy amablemente, no podía quitar la mirada de su pecho canoso de sus pezones abultados y de su gran barriga. Me dijo que el problema lo tenia en el lavamanos, que perdía agua y no sabía por donde, fuimos hasta el lavabo y me tumbé en el suelo para poder meter la cabeza debajo del mueble del lavamanos, le pedí una linterna para poder alumbrar ya que había poca luz y no podía ver donde estaba el problema.
- Ahora mismo te traigo una linterna, creo que tengo una en...
Se fue a buscar la linterna, mientras yo cogí un encendedor para poder alumbrar un poco e intentar ver algo.
- Aquí tienes la linterna
Saqué la cabeza de debajo del lavamanos y vi a mi vecino con una linterna en la mano, pero además había aprovechado para quitarse los pantalones, y lo tenía allí, delante de mí en calzoncillos, la vista que tenia era increíble, vaya paquete tenía delante de mí , por lo que abultaba supuse que tendría unas grandes pelotas, por la pernera de los calzoncillos salía algún pelo blanco, me excité muchisimo, agarré la linterna y metí la cabeza bajo el lavamanos sabiendo que el estaba allí de pie casi encima mío y que mi polla crecía por momentos, enseguida vi que el pequeño problema era un latiguillo que estaba flojo lo único que había que hacer era apretarlo, le pedí una llave para poder apretarlo y me dijo que la tenía que buscar, me dijo que fuera con él y que cogiera la que me fuese bien.
Salimos al salón y el entró en una habitación y cogió una caja de herramientas que puso encima de una mesilla baja que tenía en el salón, enfrente de la mesilla había un taburete bajo, él se sentó allí bien abierto de piernas , yo ya no veía ni caja de herramientas ni llaves solo lo veía a él y lo que le salía por la pernera de los calzoncillos, se le estaban saliendo sus grandes pelotas, yo no podía apartar la mirada de sus hermosas pelotas y su gran barriga, al final me miró y vio que lo observaba fijamente, entonces se dio cuenta de lo que estaba mirando y pregunto:
-¿Dime chaval te gusta lo que estas viendo? Porque a mí si me gusta lo que estoy viendo...
Yo estaba totalmente empalmado y no se podía disimular de ninguna manera y mi vecino estaba mirando fijamente mi paquete, le respondí que si, que me gustaba mucho lo que estaba viendo.
- Ven acércate chaval, ¿me quieres tocar los cojones?
Me acerqué a él y me puse de rodillas delante de sus inmensas pelotas, el se acabó de sacar todo su paquete de los calzoncillos ¡ohh! que polla más bonita, estaba flácida pero era muy bonita con mucho pellejo, acerque mi cara a su polla y llegó hasta mí el inconfundible olor a polla, a polla de viejo, cogí con los dedos los pellejos de polla flácida y metí la lengua dentro dando pequeños lengüetazos a su capullo
- ¡Oohh chaval que bueno eres!
Después empecé a dar lametones a sus grandes pelotas, mientras mis dedos pellizcaban sus duros y grandes pezones, pude ver como de su polla aun flácida salía una gotita del jugo prostatico, no dudé ni un momento en darle un lengüetazo y probar su exquisito jugo.
- Espera chaval ponte de pie yo también quiero tu polla.
Me puse de pie delante de él, me bajó los pantalones y cogió mi polla entre sus manos, la acarició de una manera experta y dijo:
- Te voy hacer una mamada como nunca te han hecho.
Después de decir eso metió su mano en la boca y se quitó la dentadura, la expresión de su cara cambió al quitarse los dientes los labios quedaban como un poco hundidos hacia dentro y al hablar también sonaba diferente pero lo único que dijo es ya veras como te gustará, cuanta razón tenia... que manera de comerme la polla, nunca había disfrutado tanto, notaba sus encías en mi polla, apretaba y aflojaba, de vez en cuando sacaba la polla de la boca y se la pasaba por la cara y el cuello lleno de arrugas, ¡oohhhh vecino que biennnnn!!!! ¡¡asssiiiiiii!!! Sigue chupando!!!!!!! ¡¡cuidado, cuidadoooo que vienee!!! Yo no aguantaba más, saco la polla de la boca y siguió meneándola delante de su cara hasta que no pude más y solté toda mi leche en su cara y cuello.
Aquella mamada fue increíble, lástima que aquel día se hizo demasiado tarde y yo me tuve que marchar pero prometí volver otro día para arreglarle el pequeño problema del lavamanos. (ya esta solucionado)
Después de aquel día nos hemos hecho muy amigos y nos vemos bastante a menudo, pero ya os seguiré contando...

Nenhum comentário:

Postar um comentário